5
(1)

Lo confesaré: escribir lo que sigue ha sido un descanso en esta semana horribilis. Porque nada es tan horribilis como desanimarse o perder la ilusión. Nada tan cargante, desesperante y sin embargo tan necesario como caminar por el desierto que esconde un pozo en alguna parte, Principito dixit. Que el pozo existe y tiene agua, oye. Por eso sigue leyendo, si puedes.

«I never thought I’ll see you again»

  1. Porque Dios (me, te, le, nos, os, les) quiere.
  2. Porque cada día es un regalo.
  3. Porque el sol sale y hay que hacerle compañía.
  4. Porque dormir me da hambre.
  5. Porque un buen desayuno reconforta y entretiene.
  6. Porque soy amigo de reflexionar en la ducha.
  7. Porque si no me levanto y me pongo en camino me agarroto y me entra la peor de las perezas.
  8. Porque si no no hay quien me saque de mí.
  9. Porque los autobuseros necesitan a alguien a quien llevar.
  10. Porque hay belleza incluso en Madrid un lunes por la mañana.
  11. Porque me gusta lo que hago cuando pongo mi empeño en ello.
  12. Porque tengo un poco mentalidad de guerrero kamikaze.
  13. Porque aún no he aprobado IACR (Circuitos).
  14. Porque tengo una nueva oportunidad para hacerlo mejor.
  15. Porque tengo una nueva oportunidad para equivocarme peor.
  16. Porque tengo otra ocasión de amar no más, sino mejor.
  17. Porque tengo demasiado que aprender y demasiado poco tiempo.
  18. Porque no habrá paz para los barbudos y a mí me van las guerras.
  19. Porque hay sonrisas que emboban.
  20. Porque detrás del 20 viene el 21.
  21. Porque el tiempo es oro.
  22. Porque la vida puede ser maravillosa.
  23. Porque hay demasiados libros por leer, demasiados temas que abordar, demasiadas chorradas que tuitear y demasiados Mcflurrys por apostar.
  24. Porque no ha acabado Homeland, ni Sherlock, ni Person of Interest, ni la mitad de la mitad de la mitad de las series que tengo que ver ni he acabado la lista de 300 películas que hay que ver.
  25. Porque estudiar, como todo, se lleva mucho mejor cuando no lo haces solo.
  26. Porque he ido poco al teatro.
  27. Porque no puedo controlar el futuro, y por eso trato de vivir el presente.
  28. Porque como no me he dado la vida, me basta con vivirla sin tratar de controlarla.
  29. Porque vi caer bajo la lluvia pero nadie me pidió bailar.
  30. Porque cada día es una batalla conmigo mismo que merece la pena pelear.
  31. Porque existe bondad en el mundo y merece la pena luchar por ella.
  32. Porque espero algo, aunque no sepa muy bien el qué.
  33. Porque hay imposibles que se hacen o sólo tardan un poco más de la cuenta.
  34. Porque no soporto caer aunque a veces entienda que es por mi bien.
  35. Porque hay personas que me alegra ver y tener en mi vida.
  36. Porque no nacimos por casualidad y siento que estamos aquí para una misión.
  37. Porque hay bonitos desastres.
  38. Porque hay demasiadas historias que quiero contar y demasiadas bolsas de basura que tirar.
  39. Porque quiero ser libre y feliz.
  40. Porque sólo yo puedo decidir qué hacer con el tiempo que se me ha dado.
  41. Porque aún queda mucho por vivir.
  42. Y la (épica) banda sonora de tu vida, sigue sonando.

Como ves querido lector, siempre hay razones para levantarse cada día.

Aunque hay otra que no me atrevo ni admitirme a mí mismo.

Que cada vez que sale el sol por la mañana pienso que puede ser el día. Que cada vez que se pone por la noche pienso que puede ser el siguiente. Ese nuevo día que nos vea juntos, a ti y a mí, a pesar de nosotros, gracias a Él.

¡Puntúa este artículo!