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Te aseguro, querido lector, que si no he hecho el comentario de este libro antes no ha sido por vagancia, porque no tuviera tiempo o porque no me apeteciera. Más bien al contrario, hablar de Mero Cristianismo de C.S.Lewis me apetecía muy mucho. El problema residía en que me veo totalmente incapaz de hablar de este libro. Porque es muy bueno, demasiado, y no sé cómo enfocarlo. Y digo esto para que de antemano disculpes mi torpeza al hablar de uno de los mejores libros del autor irlandés de Las Crónicas de Narnia.

Empezaré situando un poco al autor. De C.S.Lewis ya había leído la archiconocida saga de Las Crónicas de Narnia -la cual recomiendo vivamente pese a que tiene partes que para mí son un poco aburridas- y Cartas del diablo a su sobrino, un libro del que ya te hablé aquí y que he reutilizado en otras entradas porque me parece que trata muchos temas importantes de una forma clara, sencilla y con toquecillos de humor de los que a mí me gustan. De Mero Cristianismo había oído hablar en alguna parte y por eso se lo pedí a Sus Majestades de Oriente, que son muy sabios y sabía que no me iban a fallar. Nunca fallan.

Merece la pena que dedique unas líneas a la conversión de C.S.Lewis. En 1913, con 15 años abandonó la fe cristiana de su familia, y no fue hasta los 31 años que aceptó de nuevo el teísmo: «Me rendí, y admití que Dios era Dios, y me arrodillé y recé«, explica de ese momento. Sin embargo, no fue hasta después de un largo paseo con Tolkien y su amigo común Hugo Dyson que empezó a creer en las enseñanzas del cristianismo. Hablaron de cómo los mitos paganos y el deseo del hombre prefiguran una realidad que se cumple verdaderamente en Jesucristo. Al día siguiente, Lewis se convirtió. Salió con su hermano en motocicleta hacia el zoo. Al salir, escribe, no creía que Jesucristo fuese el Hijo de Dios, «y cuando llegamos al zoo sí lo creía«. Sirva esto para contextualizar un poco al autor.
 
Pero vamos ya con el libro. Corre el año 1942, la Tierra sufre la II Guerra Mundial y C.S.Lewis está radiando en la BBC una serie de charlas sobre religión que acabarían por componer este libro. Debido precisamente a su origen radiofónico Mero Cristianismo presenta un estilo accesible a todos los públicos, pues el interés del autor radica sobre todo en hacerse comprender.

¿Qué busca Lewis? Comunicar sus creencias, exponer la fe que ha sido común a los cristianos de todos los tiempos (él era anglicano), pero sin apostar por ninguna confesión cristiana en particular. En ese sentido hay mucho que agradecerle, pues todo el libro es una apuesta por la razonabilidad de la fe, por tratar de explicar que hay razones para creer en Dios, y sí, también para creer que Jesucristo es Dios, que murió en la cruz y que resucitó. «O Cristo era un loco, o era un estafador o, si dice la verdad, es quien dice ser: ¡el mismo Dios hecho hombre!»

Pero el autor quiere empezar por el principio, y por eso el Libro I trata sobre «Verdades y falsedades como claves para entender el universo«. En él aborda la existencia de una ley natural que acaba desembocando en la existencia de una ley moral común a todos los hombres, lo cual toma como punto de partida para llegar a Dios. Todo esto lo explica de una forma que se me ha hecho clarividente, pero no te diré más y así te entra el gusanillo.

«Averiguarás más de Dios por la ley moral del universo por la misma razón por la que averiguarás más de un hombre escuchando su conversación que mirando la casa que ha construido.«

El Libro II trata sobre «Lo que creen los cristianos» y es inevitable que surja durante su lectura esa terrible pregunta: ¿Qué significa ser cristiano? ¿Qué debe ser importante en la vida de un cristiano? ¿Qué deben de saber de nosotros quienes no son cristianos? Por otra parte, esta parte del libro me parece imprescindible para cualquiera que quiera opinar sobre el cristianismo; ya que la mayor parte de las críticas hacia el mismo vienen derivadas de lo que la gente cree que es el cristianismo. Y hay tanta desinformación y tantos errores de bulto que este capítulo merece muchísimo la pena, querido lector.

Lo mismo podría decirse del Libro III, «El comportamiento cristiano«, el cual trata sobre la moral cristiana, el perdón, la fe, la esperanza o sobre la cosa esa del matrimonio; nuevamente temas poco profundizados hoy en día. Y por último el Libro IV, «Más allá de la personalidad: o primeros pasos en la doctrina de la Trinidad«, en el que Lewis va un poco más lejos todavía y explica algunas cuestiones teológicas con algunos ejemplos brillantes.

Muy resumidamente estos son los puntos que trata Mero Cristianismo. Es un libro que te recomiendo vivamente, ya seas cristiano o no lo seas, ya te traiga la religión al pairo o te encuentres pasando una época de dudas o paseando a tu perro. Desde mi experiencia puedo decirte que su lectura me ha venido estupendamente, me ha ayudado a reflexionar sobre mis creencias, a analizar algunas cuestiones que nunca había pensado y a cambiar otras ideas equivocadas que tenía. Si te haces preguntas, si quieres saber más sobre el cristianismo, si lo que te interesa es conocer con más profundidad las raíces de nuestra civilización, o simplemente no sabes qué leer no lo dudes: este libro es para ti. Y sí, también es un libro que puede cambiar tu vida. ¿Te atreves?

Finalizo con un fragmento brillante para abrir boca:

Intento con esto impedir que alguien diga la absurda idea que algunos dicen acerca de Él: «Estoy dispuesto a aceptar a Jesús como un gran maestro moral, pero no acepto su afirmación de que era Dios». Eso es precisamente lo que no debemos decir. Un hombre que fue meramente un hombre y que dijo las cosas que dijo Jesús no sería un gran maestro moral. Sería un lunático -en el mismo nivel del hombre que dice ser un huevo escalfado- o si no sería el mismísimo demonio. Tenéis que escoger. O ese hombre era, y es, el Hijo de Dios, o era un loco o algo mucho peor. Podéis hacerle callar por necio, podéis escupirle y matarle como si fuese un demonio, o podéis caer a sus pies y llamarlo Dios y Señor. Pero no salgamos ahora con insensateces paternalistas acerca de que fue un gran maestro moral. Él no nos dejó abierta esa posibilidad. No quiso hacerlo.

P.D: Por si tienes dudas estoy abierto a discutir cualquier tema de los mencionados 😛

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