Lo siento pero no he podido evitarlo. Esta mañana he recibido dos noticias que me siento obligado a compartir contigo pese a encontrarme en plena época de exámenes. Estoy hablando del anuncio de la premiere mundial de El Hobbit y de la presentación en el E3 de Los Ángeles de Assassin’s Creed 3.
Vamos por partes. Al parecer Nueva Zelanda -afortunados- acogerá el estreno mundial de la obra de Tolkien el próximo 28 de noviembre, poco antes de que podamos disfrutar de ella el 13 de diciembre. El Hobbit: Un viaje inesperado -que así se llama la película- tiene una pinta espectacular y está dirigida por Peter Jackson, quien también hizo las películas de ESDLA.
En el reparto seguimos teniendo a Elijah Wood en el papel de Frodo o a Orlando Bloom como Legolas, entre otros viejos conocidos. A Bilbo lo encarna Martin Freeman -sí, el que hace de Watson en Sherlock-. Al parecer han tenido muchos problemas durante el rodaje -úlcera de Jackson incluida- luego habrá que verla por lo menos -no es que me apetezca, ni sea fan ni nada, por supuesto…-. Eso sí, si no lo has hecho léete el libro antes porque es im-pres-cin-di-ble. Al respecto quizás te interese saber Por qué El Señor de los Anillos no pasará de moda.
Te dejo el trailer para que empieces a abrir boca:
Por cierto, el libro se va a dividir en dos películas, la que sale en diciembre de este año y The Hobbit: There and Back Again, que aparecerá también en diciembre pero de 2013. Un gran acierto, ya no tienen excusa para reflejar toda la trama con pelos y señales.
Vamos ya con Assassins Creed 3. Sí, es cierto que todavía me estoy pasando La Hermandad pero no por ello tengo menos ganas de que aparezca en escena. Ayer se presentó de hecho en el E3 y se confirmó que va a ser un auténtico juegazo. Parece que Ubisoft apuesta por revolucionar toda la fórmula y darle una vuelta de tuerca más a su franquicia estrella. Pero nada mejor para entender de lo que hablo que ver el trailer o el gameplay presentados ayer:
El juego sale a la venta el 31 de octubre para Wii U, PS3, X360 y PC. Hay ganas, ¿eh?
Esto es todo por hoy. ¡Hasta la vuelta de exámenes! (supongo…)
Estimado Jose, después de leer detenidamente su artículo me ha surgido una pregunta bastante obvia y sin embargo poco evidente para muchas personas, sin más reparos aquí viene la pregunta en cuestión: El éxito de este tipo de entretenimientos lúdicos basados en situaciones irreales que de una forma u otra se amparan en un claro trasfondo fantástico, ¿ponen en evidencia el deseo de evasión que desarrolla el ser humano como respuesta al descontento de su vida o simplemente encuentran su éxito en la parte imaginativa y utópica que lleva cada persona en su interior? Me gustaría conocer su opinión acerca del triunfo de las redes sociales, videojuegos … es decir, de todos los caminos de evasión que nos brinda nuestra sociedad actual y que pueden llegar a sustituir (y esto ya está pasando) a las personas por objetos. Un cordial saludo.
Pinaglia.
Estimado Pinaglia, has hecho una pregunta muy interesante. Tan interesante como amplia, así que si me lo permites trataré de acotarla un poco porque has mezclado muchos temas 😉
Hay muchos tipos de “entretenimientos lúdicos amparados en un trasfondo fantástico” pero no comparto que se basen en situaciones irreales. De hecho, su éxito se basa precisamente en que son terriblemente reales. En ese sentido sí que pienso que pueden evidenciar un deseo de evasión ante una vida descontenta (aunque yo lo llamaría más bien “el placer de la evasión”), pero también pienso que esta evasión es deseable y necesaria aunque se tenga una vida satisfecha (debido a esa parte creativa que tiene el hombre y que comentas). Resumiendo, son las dos cosas: evasión e imaginación. Pero no son las únicas 😉
En cuanto a mi opinión sobre las redes sociales, videojuegos, etc, como sustitutivos de las personas. Me resulta curioso que centres el debate de la evasión en todo lo referente a la tecnología cuando hay muchas otras formas de evadirse que están también muy presentes en la sociedad (mi favorita: mirar al techo con embeleso). Mi opinión es que todas estas cosas hay que utilizarlas con cabeza, pues creo que tienen más virtudes que defectos. Sin embargo, sí que es cierto que es fácil que se conviertan en una adicción-esclavitud que acabe sustituyendo al trato humano. Es triste pero cierto, sabemos dominar una conversación por skype pero cada vez somos menos capaces de sostener una buena conversación cara a cara. Pienso que hace falta más voluntad que otra cosa y entender las redes sociales, whatsapp, etc, como medios para acercar personas, no para alejarlas. Porque lo que importa son las personas.
Te toca mover 😉
Estimado Jose, en primer lugar quiero pedirle disculpas por mi tardancia.
Ahora bien, si nos centramos en el tema propuesto no comparto su postura con los diversos tipos de entretenimientos que propone. “Hay muchos tipos de “entretenimientos lúdicos amparados en un trasfondo fantástico” pero no comparto que se basen en situaciones irreales.” Sinceramente creo que todo entretenimiento ha de poseer un pequeño matiz irreal, sin este rasgo tan importante como diminuto, el hombre perdería su interés por dicha actividad. No descarto que puedan tener una base real, pero discuto que esta sea la fuente de su éxito. Es necesario distinguir lo real y la realidad, el sufrimiento es real, así como la alegría, pero la realidad no es exclusivamente sufrimiento o alegría, de hecho, como defendían Ortega, Nietzsche y muchos otros pensadores, no podemos conocer la realidad y por tanto mucho menos representarla.
Por otro lado comparto su opinión sobre la tecnología del siglo XXI y me atrevo a ampliar su argumento volviendo a defender su peligro así como su utilidad, como bien decía Aristóteles, “en el término medio está la virtud” y finalmente, para completar mi postura, cito a Kant, el cual en la formulación del Imperativo Categórico defiendo lo mismo que afirma usted : Porque lo que importa son las personas.// ( “Obra de tal manera de tal forma que trates a todo ser racional como un fin en si mismo”)
Un saludo.
Pinaglia.
Estimado Pinaglia, no hay un solo “entretenimiento lúdico” que no se base en una situación real. Pongamos como ejemplo El Señor de los Anillos y la amistad entre Frodo y Sam. Es evidente que los hobbits son “irreales”. Pero conocemos que su relación es de amistad porque la amistad es real. A eso me refiero, disfrutamos de la Tierra Media no porque esté poblada por seres fantásticos, sino porque esos seres fantásticos se parecen más a nosotros de lo que somos capaces de admitir. Y esa, creo yo, es la base de su éxito: nos reconocemos a nosotros mismos en los diferentes personajes, y somos capaces de identificar las actitudes que toman durante la historia porque son actitudes que vemos todos los días (reales).
Me han gustado tus referencias a los diferentes filósofos, aunque no les veo demasiada utilidad, xD. Respecto al último punto, poco más que añadir.
Saludos!