Abro. No. No es ella. No es la chica que busco. Ni siquiera… no, sólo me gusta estar con ella, sentirla cerca. Me atrae su personalidad, es cierto, pero somos muy diferentes. Maneras de pensar, maneras de ver la vida… No coincidimos en las cosas realmente importantes. No es la chica para mí, ni me imagino con ella en un futuro. Es sólo que… me siento bien si hablo con ella, si me cuenta sus cosas, si logro hacerla reír. No es mucho, en realidad no es nada, pero en realidad es mucho.
Sin embargo, fuera de eso nada. Ni quiero, ni puedo, ni me conviene, ni le conviene a ella. Vamos, ni siquiera creo que ella haya pensado alguna vez algo parecido. Ella ya tiene a alguien. Razón de más para olvidar el tema. Porque me conozco un poquito y sé que es muy posible que esto no lleve a nada. Pero está bien tener alguna ilusión, algo que te anime a empezar el día. Pero he de ser consciente de que no puede ir a más. Ya desvarío. Cierro.
este tipo de entradas te la robare algun dia que lo sepas (nada personal eh! 😉 )jajjajj
A mí me pasa como a tí pero al reves. Sé que no debo estar con ellas, pero no por que ellas no sean adecuadas para mí, mas bien que yo no lo soy para ellas.