Aunque estemos en Mayo, si hay algo que recordamos que sucede todos los años el 1 de enero (y si no ya lo recuerdan los informativos) es que el precio de la electricidad ha subido últimamente. La luz, vaya. Parece que siempre sube y no tenemos posibilidad alguna de bajar, aunque sea en un euro, la factura de la luz. Pero… ¿acaso sabemos qué comprende la factura eléctrica? ¿Por dónde echarle mano si no sabemos interpretarla?
De hecho se está comentando que la factura de la luz va a cambiar en junio (con un retraso de un año aproximadamente, cosas del COVID). Estos cambios se verán reflejados en cómo se facturará la potencia y la energía, horarios de consumo… Muchos conceptos que pueden sonar a chino si no estamos familiarizados con la factura eléctrica. Por eso vamos a centrarnos en cómo leer la factura actual de la luz.
Desglose de la factura
Tomando como referencia la última factura que haya llegado a casa (o buscando ejemplos por la red) se observan distintos términos:
- Potencia contratada: es la máxima potencia que le decimos a la compañía eléctrica que vamos a usar. Es como hacer una reserva con pago en un restaurante muy solicitado, y de esa manera me aseguro de que la compañía será capaz de tener para mí esa potencia. Eso no quiere decir que la empleemos siempre: en una vivienda normal, la potencia oscila entre los 2,3 y los 10kW (este último caso es muy extremo, pero es el máximo permitido en baja tensión), en función de los aparatos eléctricos que tengamos y que vayan a estar conectados simultáneamente. Cuando saltan los plomos o se va la luz simplemente estamos solicitando al sistema eléctrico más potencia de la que contratamos. Imagina que reservas mesa para cuatro y al final sois cinco en el restaurante anterior: el maître obviamente quiere sentar a tu invitado, pero no hay más sitio, y buscarte un asiento extra puede ser complicado, desestabilizar el resto de mesas y reservas… así que cuando se supera por un tiempo la potencia contratada, se corta la electricidad. Después viene la discusión hogareña “¿es que estaban el horno y la secadora encendidas?”, “vaya, estaba planchando y haciendo la comida …”
- Energía consumida: simplemente, pagas por lo que consumes. En el restaurante anterior, imaginad que pedís una Chimay acompañada de un buen codillo, o la Estrella Galicia con la ración de bravas. En casa: estar viendo la tele o el ordenador, calentando el colacao en el microondas… Este punto es donde más se puede ahorrar, si se sabe distribuir el consumo en las 24h del día. Pensad en un mercado: ¿cuándo será más barato comprar, cuando haya más o menos oferta, y más o menos demanda?
- Impuesto sobre electricidad: se aplica sobre los conceptos anteriores
- Alquiler de contador: es lo usual, salvo que te compres uno, le hagas el mantenimiento tú mismo y bajo reglamento…
- Otros servicios, como mantenimiento, revisiones… Suelen venderte contratos eléctricos añadiendo estos servicios.
- IVA: se aplica sobre todos los conceptos anteriores. Obviamente, inevitable.
En los términos de potencia y energía se detallan los precios por unidad de potencia y energía. En estos precios, como usuarios, no podemos decidir mucho: algunas compañías tienen uno más barato, más caro, te ofrecen descuento por un año… Pero obviamente hay algunas compañías que se aprovechan más que otras. Lo recomendable es buscar una que te cobre lo menos posible ya que la electricidad es de la misma calidad siempre. En cuanto al PVPC de la siguiente figura, ya hablaremos después de Junio.

Coste de la factura según Facua
Si no podemos tocar el precio de la energía, ¿qué podemos hacer como usuarios?
Gastar menos energía
Cuando se habla de ahorrar en el término de energía mucha gente puede pensar en “no consumir”. En muchas tertulias se habla de los consumos vampiro, que si el frigorífico siempre está conectado… En este sentido nuestros abuelos no andaban desencaminados: existe un consumo residual que puede influir en la factura. Ahora bien, no nos volvamos locos con este punto (no nos volvamos unos miserias) pero no lo olvidemos, ya que hay otras formas de ahorrar.
El uso eficiente de los electrodomésticos ayuda a reducir el consumo: si poner una lavadora supone, por dar un número, 25kWh en la factura, siempre que mejoremos la eficiencia del lavado (llenando más el tambor, comprando una lavadora con un certificado energético elevado) a final de mes saldrá más a cuenta.
Y de esta manera podemos bajar un poco la factura: coste = energía · precio. Pero, ¿podemos bajar algo más aún, después de desenchufar todo lo innecesario y optimizar el uso eléctrico? La respuesta es sí.
Fíjate en la factura que tienes: normalmente tienes un único precio de energía. En algunos casos hay dos precios e incluso hasta tres. Cuando tienes un único precio, éste suele rondar los 10-13c€/kWh dependiendo de la compañía. Pero la sorpresa viene cuando se tienen dos o tres precios: uno de ellos está entre los 7-9c€/kWh (valle), y el otro ¡a 14-16c€/kWh! (punta) ¿Qué locura es esta? Pues es una opción que puede ayudarte a ahorrar: la discriminación horaria. De hecho, en muchos hogares sale rentable contratar dos horarios (tres si tienes un coche eléctrico).
El truco está en saber distribuir los consumos: cuando se vea que hay algo que consume mucha energía, lo ideal es mandarlo al periodo valle. Este horario coincide con las altas horas de la noche y primera hora de la mañana, cuando hay mucha oferta y poca demanda de electricidad. Por eso oirás a los vecinos del patio de luces poner la lavadora a las 9 de la mañana e ipso facto la secadora: estos dos electrodomésticos, junto el horno, lavavajillas, termo eléctrico…, son unos grandes consumidores de energía (basta con mirar la potencia del dispositivo y el tiempo que permanece encendido). Obviamente, no vas a preparar una pizza a la 1 de la madrugada cuando cenas a las 9 de la noche para pagar menos, pero con trasladar otros grandes consumos ya se ahorra bastante. ¿Ahorrar cuando en el otro periodo se paga como el doble? Sí. Al final se trata de matemática pura: a partir de un cierto porcentaje de consumo (en función de lo que pagues por cada periodo) sale rentable la discriminación horaria, y en una vivienda con lavar la ropa por la mañana, lavavajillas de madrugada y termo eléctrico en horas valle (si está bien aislado el agua caliente puede aguantar bastante) se cumple con creces. Para estos cálculos busca un asesor, o si eres alguien ducho con las hojas de cálculo, puedes entretenerte bastante.

Ahorro aproximado en función del consumo en horario punta y valle. De Somenergia.
La distribución de periodos es una de las modificaciones que se tendrán en la factura eléctrica. A día de hoy, se tienen los siguientes horarios:

Pero a partir de 1 de junio los horarios serán:

Donde hay cambios como que por la mañana no siempre va a compensar hacer todos los consumos. De todas formas, aún queda ver cómo las compañías eléctricas adaptan los precios a estos nuevos periodos (porque lo harán para no perder beneficiios). Aún no se sabe mucho más sobre este último punto salvo que puede encarecerse la factura, así que centrémonos en lo que hay ahora en el mercado.
Hasta ahora, hay varios tipos de tarifas:
- de 1 periodo: precio fijo todo el día
- de 2 periodos: dos precios al día en función de la hora
- de 3 periodos: tres precios al día en función de la hora. Se suele emplear si recargas el coche eléctrico en casa.
- bono de X h: con este contrato hay que hacer un buen estudio del consumo energético, ya sea con un asesor energético, ya sea con una tarde libre, una hoja de cálculo y una caña. Los contratos de 2 periodos tienen 14h de valle y 10 de punta, por lo que a lo mejor esta opción de X h de barra libre no es lo que estás buscando.
Para cada una de estas tarifas, las distintas compañías tienen un precio de energía, potencia… de forma que en el libre mercado elijas la que más te convenza. Pero… ¿son las únicas opciones? ¿Y si tengo el bono social (familia numerosa, renta baja…) cómo aplico mi reducción? Hay que decir que no. Todas estas opciones que aparecen en televisión, llaman por teléfono, te reducen un porcentaje en el coste durante un año… pertenecen a lo que llamamos el mercado libre eléctrico. Si hay un mercado libre, es porque hay otro regulado, que antes hemos incluido un poco a escondidas (PVPC). Las compañías reguladas (Curenergía, Energía XXI…) no te aplican un precio único sino que ese precio varía horariamente acorde al precio del mercado mayorista de electricidad. Normalmente tiene un precio más bajo que el precio de mercado libre, aunque durante el temporal de Filomena y ahora en abril el precio ha alcanzado valores muy elevados. No obstante, si se suman las facturas a final de año sale a cuenta tener una tarifa PVPC. Pero como se ha mencionado anteriormente, las normas del juego van a cambiar en breves, por lo que es mejor esperar a Junio y ver la situación energética.
Demandar menos potencia
Este caso requiere observar cual es la potencia máxima que demandamos. ¿Enchufamos todos los electrodomésticos pesados a la vez? Este punto requiere de un análisis más profundo de nuestro consumo, y se debe acudir a los datos del contador eléctrico o bien, con los datos de nuestra factura, acceder por internet a la web de nuestra distribuidora eléctrica y observar nuestros consumos. A veces veremos que las potencias máximas que llegamos a tener en un mes no llegan a la potencia contratada, a veces se pasa (pudiendo irse la luz o no en casa)… Tampoco es un parámetro que interese toquetear mucho salvo en casos flagrantes (imaginad que tenéis contratados 5,5kW y vuestro pico de potencia está en 3kW), ya que el coste de cambiar la potencia puede hacer que no salga rentable a final de año.
Conclusiones
Estas son algunas nociones sobre el consumo eléctrico que realizamos en casa. Antes de realizar ningún cambio es necesario ver que sale rentable (usad facturas o datos de consumo de meses anteriores), recordad que la idea es ahorrar. No obstante, en unas semanas la facturación energética va a cambiar, pero al menos podemos mejorar nuestros hábitos de consumo hasta entonces. Una vez ahí, será necesario estudiar de nuevo la situación y buscar la mejor opción para cada uno.

Referencias
- Asenon (Asesoría Energética Online)