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Victimocracia y neoviolencia es el título del episodio #48 de La caverna de Platón, un podcast de filosofía, historia y actualidad cuya autodescripción ya es una declaración de intenciones:

Este programa, conducido por Domingo González Hernández, Profesor de la Universidad de Murcia, aspira a devolver la voz a los intelectuales y pensadores españoles marginados o silenciados por ese clima de consenso suave que envuelve la sociedad.

A este programa en concreto acude Miguel Ángel Quintana Paz, filósofo y profesor universitario bastante activo en Twitter (como su descripción allí deja entrever perfectamente), para hablar de la posmodernidad, la neoviolencia y su relación con la gente que se ofende y victimiza por todo, entre otros asuntos. Es un podcast de una hora que se pasa volando y que recomiendo escuchar tranquilamente.

Os dejo por aquí algunas ideas con las que me he quedado:

  • La víctima es nuestro único posible héroe.” — Esto es de René Girard (1923-2015), crítico literario, historiador y filósofo francés.
  • “Sentirnos empáticos no es sentirnos virtuosos”
  • La tendencia del ser humano es señalar culpables y ejercer hacia ellos la violencia y, después de ejercer esa violencia, el colectivo se reconcilia consigo mismo”.
  • “El mensaje cristiano no es señalar nuevos culpables, nuevos chivos expiatorios. El mensaje cristiano es revelar esto: el ser humano tiene tendencia a señalar culpables que no lo son (Cristo).”
  • “Hoy en día existe una voluntad de ser más víctima que los demás.”
  • En un ensayo titulado Veo a Satán caer como el relámpago (Anagrama, 2002), el antropólogo René Girard cuenta el caso de Apolonio de Tiana (antigua Capadocia), un místico de la escuela pitagórica con fama de santón que fue convocado a la ciudad de Éfeso para que ahuyentase la peste. El sagaz Apolonio reunió a todos en asamblea y señaló a un mendigo al que creían ciego. “¡Apedreadle!”, ordenó. Los éfesos no se atrevían a matar a aquel desgraciado. “¡Apedreadle!”, insistió. Algunos le hicieron caso. Al sentirse herido, el mendigo abrió los ojos y su ciega mirada lanzó un espantoso destello de miedo y de ira. ¡Culpable! La respuesta mimética le lapidó.

Nota del blogger: Si no tienes tiempo, puedes aprovechar el momento de fregar los platos, barrer la casa o en algún viaje que hagas solo este verano en coche o transporte público. Si tienes hijos pequeños y no hay momento para escucharlo con tranquilidad, siempre puedes intentar usarlo como canción de cuna, aunque para eso dicen que hay cosas que funcionan mejor, aunque no lo puedo asegurar con la voz de la experiencia.

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