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Una costumbre que cotiza al alza últimamente en la nostra famiglia es aprovechar los largos (y no tan largos) viajes en coche para escuchar podcasts. El viaje se transforma, se eleva, si seleccionas bien el contenido aprendes mil cosas y para el conductor (spoiler: yo), la subida del cuentakilómetros se hace más liviana. El último podcast que escuchamos es el de la psiquiatra Marian Rojas, concretamente el episodio 2 dedicado a “El efecto de TikTok en nuestro cerebro“.

Con el documental El dilema de las redes sociales (2020) ya quedó patente que a más de uno le vendría bien un curso de comunicación asertiva. Las redes sociales están perfectamente diseñadas para presentarnos más y más contenido personalizado y su modelo de negocio se basa precisamente en retenernos delante de la pantalla el máximo tiempo posible y captar toda nuestra atención… para que no se la entreguemos a nada más (como diría David Cerdá, los smartphones se han convertido en dispositivos desatencionales).

Todo esto es posible en gran medida gracias a los mecanismos de recompensa de nuestro cerebro, que segrega dopamina (la hormona del placer) cada vez que recibimos una interacción positiva en redes sociales. Y como cada vez necesitamos más likes para segregar la misma cantidad de dopamina, la rueda cada vez necesita de más atención (y tiempo) para seguir girando y girando y girando.

La política de privacidad de TikTok permite construir un perfil del usuario que incluye sus intereses, inclinaciones políticas, sexualidad y cualquier otra variable que pueda influir en la selección de videos que ve. TikTok también recopila información sobre los patrones de pulsación de teclas de los usuarios, información de localización, historial de navegación e incluso información biométrica (huellas faciales y de voz). Foto de Solen Feyissa en Unsplash.

Si bien el podcast se centra en TikTok, el contenido de las palabras de Marian Rojas aplica a la gran mayoría de las redes sociales. Así pues, ¿cómo podemos luchar contra esto? ¿Existe alguna manera de usar las redes sociales sin tener que abandonarlas directamente? ¿Hay algún método para ser más asertivo en su uso y evitar caer en la rueda de la dopamina?

Algunas cosas básicas que puedes hacer para controlar mejor tu uso de redes sociales son desactivarte las notificaciones de las apps y establecer un máximo de tiempo diario por aplicación (por ejemplo, 30 minutos/día para Youtube y 20min/día para Twitter). En este hilo de Twitter puedes encontrar más consejos. En lo referente a un uso más asertivo de TikTok, los siguientes consejos pueden servirte:

  1. Piensa antes de publicar: Antes de subir un vídeo comentando sobre un tema controvertido, considera cómo podría ser recibido por diferentes audiencias. Evita reacciones impulsivas y asegúrate de que tu mensaje sea claro y respetuoso.
  2. Sé claro y directo: En tus vídeos y comentarios evita rodeos. Expresa tu opinión directamente y de manera positiva, como “Personalmente, me encanta esta tendencia porque…”
  3. Respeta las opiniones ajenas: Si encuentras un vídeo con el que no estás de acuerdo, en lugar de dejar un comentario negativo, podrías abordarlo de otra forma: “Tengo una perspectiva diferente, pues pienso que [inserte texto aquí], pero es genial que podamos expresar todos nuestras opiniones libremente.”
  4. Evita reacciones impulsivas: Si ves un vídeo que te provoca una reacción emocional, tómate un tiempo antes de comentar. En lugar de responder inmediatamente, tómate tu tiempo volver más tarde con un comentario razonado, como “Después de reflexionar, creo que…”
  5. Usa un lenguaje adecuado: Al comentar en vídeos, utiliza un lenguaje amigable y respetuoso. Evita el sarcasmo excesivo o el tono condescendiente. En lugar de usar un tono burlón, podrías decir “¡Me hizo reír! Está claro que cada uno tiene su propio estilo.”

Espero que con esto tengas más herramientas para lidiar con los efectos nocivos que las redes sociales tienen en nuestro cerebro. Y si tienes algún consejo más, no dudes en compartirlo en los comentarios 😉

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