Hoy es un día triste. Por desgracia, esta será la última entrada que escriba en el blog debido a que cada vez tengo menos tiempo para actualizarlo. La carrera no perdona y se me acaban las ideas, así que he decidido terminar con esta farsa.
Lo de no tener tiempo sonaba bien, pero la verdadera razón es que he recibido una generosa oferta de un jeque saudí que quiere comprar Un Secreto Gigantesco. Sí, me he vendido. Ignoro para que querrá el blog, pero en Vietnam me enseñaron a no hacer preguntas. Estarás conmigo en que un euro es un euro. Sólo espero que no salga por patas después de haberme ilusionado tanto. Sé que no es lo mismo leer en árabe, pero a todo se acostumbra uno.
En cuanto a los supuestos contactos que mantiene el jeque con Al Qaeda no hay nada que temer; él mismo me ha asegurado que son todo invenciones de la prensa -controlada por sus enemigos- para evitar que prospere en nuestro país. Me ha dado su palabra de jeque, y yo le creo.
Para terminar, sólo quiero desearte un muy jodido feliz día 28. Que el joker te acompañe.
Ah, se me olvidaba. Seguro que quieres saber después de tanto tiempo mareando la perdiz cuál es el secreto gigantesco del blog. Como es mi último post, creo que es mi deber desvelar el misterio. El Secreto Gigantesco es… un momento, que me llama el jeque.
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Vaya. Se ha rajado. Prefiere invertir en el Málaga C.F. Me ha hecho una oferta para jugar de delantero centro y ganar 300.000 al año, pero yo no me vendo. El blog continúa y el jeque ha entrado en mi lista negra. Esto no ha sido todo, amigos.